Fondo 12K Sufrido, todo un #QUEMALPASO de manual

Si algo puede salir mal, saldrá mal

Pocas veces la Ley de Murphy se manifiesta tan claramente como hoy, este día es la personificación de cuerpo entero de un #QUEMALPASO de manual:

  • ✓ Me levanté muy tarde
  • ✓ Los audífonos murieron en la tercer canción
  • ✓ Falló el registro en Strava
  • ✓ No me alcanzó el agua para todo el recorrido

Lo único que hice bien fue ponerme bloqueador, tal vez no estuvo tan mal la cosa... ah, olvidaba lo realmente grave:

  • ✓ Dolor debilitante en la espinilla izquierda que me impide avanzar

Bueno, exagero un poco al llamarlo dolor debilitante, pero hoy de nuevo apareció ese dolor y cambió por completo el plan que tenía para este día.

Vamos por partes.

El Plan vs. La Realidad

Continuando con el entrenamiento para el maratón, con una primer escala el 23 de noviembre en un medio maratón, hoy tocaba un fondo de 12 km. A un ritmo de 6:30 min/km es una carrera de más o menos 1 hora 20 minutos.

El primer problema del día fue la hora. Para cuando ya había hecho el calentamiento, me había hidratado y tenía mi botella de agua lista para acompañarme durante la ruta no eran las 5:00 a.m., eran las 7:30.

Hay un mundo de diferencia entre correr antes de que amanezca a iniciar la carrera cuando el sol ya lleva una hora y media calentando la ciudad.

En realidad hay dos mundos de diferencia. Esta vez no corría sobre la Tierra, estaba en la superficie de Mercurio, y el Sol, sin una atmósfera conteniéndolo, me envolvía con sus rayos en un abrazo asfixiante repitiéndome sin parar: no es buena idea estar corriendo a esta hora.

Igual, ya estoy en la calle, tengo bloqueador y una gorra puesta, le doy play a la música e inicio Strava.

Del la siguiente falla no puedo culpar a nadie más que a mí, después de la sesión de intervalos sin freno de la vez pasada me olvidé de los audífonos, no los volví a ver hasta hoy y por supuesto que no tenían carga suficiente. De nuevo en la tercer canción murieron. Y digo de nuevo porque lo mismo pasó en un easy run nocturno.

No queda más que esperar tener buenos pensamientos este día porque sin música solo quedan las voces de mi cabeza como banda sonora.

El agua que llevaba no sería suficiente pero eso no lo sabía todavía, igual no importa, porque es momento de hablar del verdadero problema del día.

Ya no tienes 20 años

Como he dicho antes, un fondo es como un easy run pero más largo, pero básicamente el ritmo que debes buscar es el mismo, un ritmo suave "conversacional". En mi caso buscaría un ritmo de 6:30-6:45.

Empecé la carrera y el primer kilómetro me lo llevé tranquilo, lo cerré en 7:00. El paso al arrancar se sentía lento, así como me ha pasado en las dos sesiones pasadas. Igual no pasa nada, no hay prisa, ya entraré en calor.

Durante el segundo kilómetro algo no se sentía bien. El paso seguía pesado, pero específicamente el de la pierna izquierda, en eso comienza un dolor en la espinilla, no es la primera vez que pasa, recuerdo al menos que el día del fondo progresivo me pasó lo mismo en el segundo o tercer kilómetro.

Me detengo y hago algunos estiramientos. Reinicio el trote y el dolor parece que baja, no se ha ido del todo pero no molesta tanto... hasta que vuelve a molestar de nuevo. Decido caminar un poco y veo si la cosa mejora.

Decido trotar una vez más, termino el kilómetro 2 y voy más o menos a la mitad del tercero cuando el dolor vuelve, intento seguir trotando pero la molestia ahí sigue, pienso en cambiar el tamaño de la zancada para ver si ayuda, tampoco.

Finalmente sucedió amigos, finalmente me rompí, la sobrecarga llegó.

De nuevo estoy estirando, no puede ser este el fin del camino. Con estiramiento el dolor de nuevo se va, y es que no es un dolor en sí, más bien es un ardor en el músculo. Como sea, el hecho de que desaparezca estirando me da a entender que no se trata de una lesión en sí, sino tal vez sobrecarga muscular.

Es momento de decidir si continúo o doy media vuelta. Con la tranquilidad que me dió que el dolor desapareciera de nuevo al estirar decido continuar con la condición de que caminaría un par de minutos, después intentaría trotar de nuevo y si el dolor regresaba se acabó.

Así lo hice, caminé unos 5 minutos antes de empezar a trotar de nuevo, y cuando lo hice fue a un rito muy muy suave. El dolor de momento no volvió, y realmente no volvería en toda la sesión.

Crónica de una carrera diferente

Llevaba 3 kilómetros, aún faltaban 3 por recorrer. En este fondo quería meter una vuelta al Cerro pero en la primer señal de dolor decidí cambiar la ruta. Me dirigí al Parque Sinaloa.

Calculo que llevaba ya unos 4 kilómetros avanzados cuando reviso el celular para ver cómo iba en Strava. Yo iba bien, el Strava iba mal. La sesión se había pausado y seguía marcando 3 kilómetros, algo más para la lista de fallas del día, le di continuar y seguí avanzando. En este momento ya iba trotando de nuevo, no puedo saber el ritmo pero seguramente era de 8:00 min/km.

La mañana estaba fresca, pero entiendan que donde vivo con que la temperatura marque menos de 30°C decimos que está fresco. Todo el camino fui buscando la sombra, ahí el aire se sentía refrescante. Los tramos con sol eran el verdadero reto. Solo salir de la sombra elevaba la sensación térmica horrores y si había corriente de aire parecía que salia del mismo infierno.

Casi llegaba al parque y pienso que lo mejor será regresarme, llevaba ya cerca de 5 km recorridos, si cerraba el fondo en 10 sería todo un éxito. Ya no puedo ni quiero seguir corriendo en el calor. Decisión tomada.

Por fin estoy en el parque, me tomo una selfie para que se sepa que llegué hasta ahí, y me dispongo a regresar.

Mi esposa dice que no soy de fiar, exageraciones suyas por supuesto, sin embargo ya estoy ahí, una vuelta y me voy, dándole la razón a mi esposa entro al parque.

La vuelta al parque fue lo mejor que le pudo suceder al día. Mantengo el trote lento, no me acelero ni nada, pero solo cambiar el concreto y el asfalto de la calle por el suelo arcilloso del parque se siente bien. Por lo general no me gusta correr en el parque, el camino es muy irregular y hay hoyos por todos lados pero hoy lo disfruto como pocas veces.

Reviso Strava, de nuevo para ver cómo voy y una vez más estaba pausado... de nuevo Murphy riéndose de mi.

Termino la vuelta al parque y empiezo el largo camino de regreso. De aqui en adelante no hay mucho más que reportar, sigo la misma ruta pero en sentido contrario, busco las mismas sombras, aunque en esta ocasión el sol ya les había ganado bastante terreno.

Faltaba más o menos un kilómetro y medio cuando tomo el último trago. El agua con la que salí no fue suficiente.

El fondo de 12 km salió en 1 hora 35 minutos, con un ritmo casi de 8:00 min/km, un golpe durísimo al ego que ya está anunciando el fracaso y pidiendo mi renuncia inmediata. Mi lado más racional le dice que se calle y que se siente, porque se viene una Zona Técnica que explica por qué el día de hoy fue un éxito enorme.

La Zona Técnica: Carrera de fondo, entrenando cuerpo y mente

Ya hemos visto que correr lento construye nuestra base aeróbica. A diferencia del easy run, un fondo es una carrera larga y su función va más allá de construir la base.

El fondo no significa correr continuo sin parar, sino acumular tiempo en movimiento a un esfuerzo aeróbico bajo, adaptando músculos, tendones y corazón a estar ahí más de una hora. Hoy lo hice trotando y caminando, y está bien, porque al final el beneficio que se busca se consigue:

  • Corazón y pulmones: la máquina sigue trabajando a intensidad aeróbica.
  • Piernas y articulaciones: el chasis recibe estímulo de soporte de peso por más tiempo, piernas y articulaciones se adaptan al estrés prolongado.
  • Cabeza: entrenas la paciencia y la tolerancia a la incomodidad.

Claro que el estímulo para las piernas cambia si corres o caminas. Corriendo, el cuerpo se adapta más rápido al impacto, si se alterna con caminata como lo hice hoy, la carga mecánica es menor, y eso en mi caso me protegió de agravar el tema de la espinilla.

¿Por qué hoy fue un éxito rotundo?

  • Resistencia mental: Los fondos enseñan a seguir cuando todo sale mal
  • Adaptación aeróbica: El cuerpo mejora igual, sin importar si el ritmo es a 6:30 o 8:00
  • Sumas "tiempo en pies": Lo importante es la duración, no el ritmo
  • Prevenimos una lesión: Mil veces mejor lento que lesionado

Así que con el ego destrozado ahora entiendo que a veces el éxito se ve como un muy mal día en Strava.

Lecciones aprendidas: el #QUEMALPASO de hoy

  1. Lo importante no es el ritmo, es el tiempo en pie. El ritmo fue 8:00 min/km pero estuve 1 hora 35 minutos moviéndome, la victoria de hoy fue el esfuerzo sostenido.
  2. Una falla técnica no arruina el día, si la app falla, el entrenamiento sigue contando. Mis piernas saben lo que corrieron, aunque Strava se pusiera en huelga.
  3. La flexibilidad evita la fractura. Detenerme, estirar, caminar, cambiar de ruta, cambiar el plan, fue lo que salvó el día. Un "tengo que correr a 6:30 o nada" me hubiera mandado directo a fisioterapia.

Playlist del sufrimiento

Pensaba salir 1 hora 20 minutos, preparé una playlist de 1 hora 18, sonaron solamente 3 canciones:

  • Jesus of the Moon - Nick Cave & The Bad Seeds
  • A Century of Fakers - Belle and Sebastian
  • A Wolf at the Door - Radiohead

El resto del soundtrack fue el ruido de la calle, mi respiración agonizante en cada paso y el sonido de las lágrimas y el llanto ahogado que no me permití mostrar en público.

Más de una hora de lo último, que horror.

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La próxima vez que todo salga mal en tu entrenamiento, acuérdate de este post. A veces lo importante no es el ritmo, es seguir en movimiento. Comparte tu peor día que terminó en tremenda victoria en mis redes, me encuentras en Instagram y Twitter como @quemalpaso.